Futbolista fraccionado

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16:34 Tula: "Agradezco que confíen en mí"

San Lorenzo le pagará a River 100 mil pesos para poder usar al jugador, porque justamente el pase es de su rival del domingo. "Ahora trataré de demostrarle al técnico y a los dirigentes que no se equivocan", afirmó. En junio, cuando se termine el contrato, el club pondrá 500 mil dólares para comprarlo.

En estos tiempos de bolsillos cortos, cualquier desembolso (sea el que sea) no deja de llamar la atención. Mucho más si un club, San Lorenzo en este caso, tiene que pagar 100 mil pesos por usar un jugador de su propio plantel cuyo pase, en realidad, le corresponde al rival de turno. En fin, vericuetos del fútbol doméstico. Lo cierto es que el actual puntero depositará esa cifra (1.111 pesos por minuto) para poder tener a Cristian Tula entre los titulares que el domingo jugarán ante River.

"Estoy muy agradecido porque eso quiere decir que confían en uno. Me puse muy contento cuando me dijeron que van a poner la plata para que pueda jugar. Ahora trataré de demostrarle a Ramón y a los dirigentes que no se equivocan en pagar", resaltó el defensor, por quien en junio próximo San Lorenzo hará uso de la opción de compra fijada por River, de 500 mil dólares.

Sobre el partido del domingo, Tula señaló: "Tengo mucho respeto por toda la gente de River. Pero yo voy a dejar todo por la camiseta de San Lorenzo".

(http://www.clarin.com/diario/2007/05/09/um/m-01415488.htm)

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El club River Plate compró estadio, arcos, máquinas para cortar pasto y también a una persona llamada Tula para que trabaje de jugador de fútbol.

Pero el entrenador de River no lo tenía en cuenta: ¿qué hacer con Tula?

Entonces se lo prestan a otro club, San Lorenzo.

Ahora juegan entre sí, y nadie sabe qué pasa con esta persona.

Nadie sabe cuál es su lugar, como un objeto que anda boyando por el océano o por el cosmos.

Los teólogos dicen que ni Dios sabe adónde ubicar a Tula ni qué hacer cuando los equipos se enfrenten: ¿qué camiseta ponerle, para qué equipo debe jugar?

Los economistas proponen que juegue un tiempo para cada uno, de manera que el mismo jugador podría beneficiar a un equipo en el primer tiempo y hundirlo en el segundo.

Los políticos dicen que hay que negociar para que no pase nada: un tiempo para cada uno pero siempre en el banco, sin jugar.

La madre de Tula es de River y dice que si juega para San Lorenzo y lo hace bien, ni cuente con ella para los ravioles del domingo.

El padre es de Boca: dice que hay respetar la decisión del muchacho y que no le importa ni medio para quien juegue, siempre que no se le ocurra jugar contra Boca.

Sindicato de futbolistas no hay, como tampoco existen sindicatos de mesas o rastrillos.

Los amigos, tíos y vecinos están divididos. Algunos están pensando en hacer una Asamblea Popular para decidir qué hacer con Tula el domingo.

Probablemente se reúna el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en sesión de emergencia porque “el problema es grave y se nos está escapando de las manos”.

También se baraja la posibilidad de fraccionar a Tula.

Por ejemplo: la mitad derecha de River y la izquierda de San Lorenzo. Y ponerlo en la cancha para que sus mitades decidan qué hacer a cada instante.

Pero la Comisión de Árbitros se quejó: ¿cómo hace el referí para saber cuál es la intención de las mitades y cuál toca la pelota a cada instante?
(Los árbitros de fútbol tienen la potestad divina de juzgar la intención de los jugadores)

La Sociedad de Neurólogos está de acuerdo con los árbitros.

Ya sé: esto se hace demasiado largo pero ahora, para colmo, se metieron los canales de televisión, preguntados acerca de su capacidad para desmenuzar las jugadas con cámara lenta.

Y dijeron algo elemental y razonable: de ésta manera el partido va a durar cinco horas y no tenemos a quién venderle tanta publicidad, así que no jodan más, no lo pongan y listo.

¿Alguien quiere comprar un talón o un hombro de Tula?