viernes, 18 de mayo de 2007

El Papa decretó la muerte del limbo

Decretó el Papa la muerte de la teoría del limbo

Aprobó el dictamen definitivo de una comisión teológica


ROMA.– Después de varios años de estudio, el Papa decretó la abolición oficial del limbo, una explicación teológica en la cual ya muy pocos creían y que, pese a su intensa difusión en el mundo católico, nunca fue un dogma de fe en la Iglesia a partir de la Edad Media.

Como había anticipado LA NACION en octubre último, un documento de la Comisión Teológica Internacional llegó a la conclusión de que el tradicional concepto de limbo, el lugar donde los niños no bautizados viven por la eternidad sin comunión con Dios, refleja una “visión excesivamente restrictiva de la salvación”.

El documento, que analizó la esperanza de la salvación de los niños que mueren sin ser bautizados, fue aprobado por el Pontífice y publicado ayer. Si bien desde la Edad Media fue considerado una enseñanza común de la Iglesia, el limbo nunca fue definido como un dogma. El actual Catecismo de la Iglesia Católica , publicado en 1992 durante el pontificado de Juan Pablo II, de hecho, nunca lo mencionó. Al respecto, sin embargo, dice que "la gran misericordia de Dios nos permite esperar que haya salvación para los niños muertos sin bautismo".

Este concepto había tenido el visto bueno del entonces cardenal Joseph Ratzinger, custodio de la ortodoxia católica como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que a partir de 2004 presidió la Comisión Teológica Internacional que ahora determinó el adiós al limbo.

(http://www.lanacion.com.ar/cultura/nota.asp?nota_id=902202&origen=4ta&toi=-1&pid=2413827)

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Es espantoso que los niños de 90 años que mueren sin bautizarse no puedan entrar al limbo.

Ni el Papa ni nadie podrán convencerme de tal atrocidad.

Y está claro que un tema tan importante necesitaba “varios años de estudio”.

Es más: creo que Ratzinger se apuró demasiado para dictaminar sobre una cuestión que mantiene en vilo a la humanidad.

La verdad es que la humanidad entera vive en el limbo, ¿qué derecho tiene el papa a sacarnos de allí con un decreto simplemente porque sus teólogos se aburrieron del tema después de considerarlo durante 800 años?

Está bien que el asunto del limbo refleja una “visión excesivamente restrictiva de la salvación”, pero afortunadamente "la gran misericordia de Dios nos permite esperar que haya salvación para los niños muertos sin bautismo".

Es inútil que recorran los diarios de Pe a Pa: ésta es, sin duda, la noticia excluyente del día.

Para mañana se esperan manifestaciones de niños sin bautismo en todo el planeta.

Y nos estamos viendo, si Dios quiere.


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