viernes, 6 de julio de 2007

La bolsa en el baño de Felisa Miceli

El País
LA INSOLITA APARICION DE UNA BOLSA CON DINERO EN SU BAÑO DEL MINISTERIO
El Gobierno quiere que Miceli aclare ante la Justicia el hallazgo de plata

Ante la delicada situación que enfrenta por la inexplicable aparición de una bolsa con 100 mil pesos y 31.670 dólares en el baño de su despacho, la ministra de Economía Felisa Miceli, tuvo que dar explicaciones en la Casa Rosada.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, convocó a la ministra en la Casa de Gobierno y le reclamó que explicara el origen de ese dinero. También escuchó las explicaciones el presidente Néstor Kirchner, quien no ahorró reproches a Miceli por el costo político que le causó al Gobierno.

Como principal argumento, la ministra argumentó que el dinero que tenía en un armario de su baño privado era para realizar "una operación inmobiliaria".

Según contó el jefe de Gabinete, la respuesta que le dio la ministra fue la siguiente: "Según Felisa Miceli, me explica que esa es una operación inmobiliaria que ella tenía prevista hacer, que todo ese dinero está declarado en sus declaraciones de rentas y en las declaraciones ante la Oficina Anticorrupción. Que ella va a explicar el origen y el destino de esos fondos ante quien se lo requiera, sin ningún problema".

Garrido solicitó y obtuvo el acta policial que da cuenta del hallazgo del dinero en un armario del baño de la ministra. Y además, interrogó al mayordomo del Ministerio de Economía y a los policías que encontraron la bolsa con dinero y también pidió la declaración jurada de Miceli en la Oficina Anticorrupción.

(http://www.clarin.com/diario/2007/07/06/elpais/p-00601.htm)

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El quirófano estaba preparado para la operación inmobiliaria pero hubo un problema: una bolsa con 100 mil pesos y 32 mil dólares se cayó sobre la cabeza del mayordomo, que se había metido en el baño de la ministra jugando a las escondidas con unos policías.

La bolsa hizo demasiado ruido y perturbó la paz en la mente de los cirujanos, que se negaron a seguir con la operación: demasiado escándalo por tan poca cosa.

Felisa-Mente tenemos una ministra de economía que cumple muy bien con su función: ¿para qué le pagamos el sueldo sino es para que ahorre y guarde los dineros del país?

¿Qué otra cosa puede esperarse de una ministra de economía competente?

¿Qué los guardaba en el baño?

A nadie debería importarle ni llamarle la atención, salvo que se tenga una mente demasiado podrida con desviaciones escatológicas y se olvide que un ama de casa con experiencia es la persona más indicada del mundo para guardar dinero.

Es seguro que eligió el mejor lugar y podrá explicarlo convincentemente.

La Oficina Anticorrupción está preocupada por el escaso monto en cuestión: “Vuelvan a llamarnos cuando la ministra robe en serio, eso es un vuelto menor”, dice indignado su representante, quien sugirió investigar a los policías y al mayordomo porque faltan 20 mil dólares.

El presidente está preocupado por el costo de la operación y le reclama mayor eficiencia a su ministra: “Miceli, yo la puse para que hiciera negocios importantes, con esa cifra miserable no tenemos ninguna posibilidad de despegar hacia el gran país que queremos. Esto tiene un gran costo político para nosotros, que hemos prometido hacer todo a lo grande”, le reclamó en público y en privado.

El mayordomo y los policías, que ahora son requeridos por los periodistas para evacuar dudas astrológicas y vaticinar la final de la Copa América, dicen que el dinero era para hacerse un lifting.

Y eso no es contradictorio con las indicaciones del presidente, que le pidió “estirar los fondos como sea necesario”, así como tampoco con las declaraciones acerca de la operación inmobiliaria, ya que todos sabemos que el estiramiento facial vía quirúrgica produce una cara quieta, un verdadero inmueble.

Además, ella dice que “va a explicar el origen y el destino de esos fondos ante quien se lo requiera, sin ningún problema”.

La ministra tiene razón: el fondo del destino no tiene origen, de manera que es mejor no requerir explicaciones para evitar problemas mayores.

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