06:39 Trece heridos en el sexto día de San Fermín
Trece corredores, entre ellos cinco extranjeros, resultaron heridos hoy en el sexto encierro de los tradicionales Sanfermines de Pamplona, informaron fuentes hospitalarias.
Siete de los trece lesionados resultaron heridos por asta de toro, algunos de ellos con pronóstico "muy grave", precisaron las fuentes.
Entre los heridos graves se encuentra un mexicano de 23 años, quien recibió una herida por asta en el abdomen y otra en la cara anterior interna del tercio proximal del muslo izquierdo.
También están graves un corredor polaco de 29 años, quien sufrió una herida por asta de toro en la zona perineal, un alemán de 26 años, con un traumatismo craneoencefálico de pronóstico muy grave, un estadounidense de 23 años, con una herida por asta en el hueco poplíteo, y un noruego de 24 años, con una herida por asta de toro en la pierna izquierda.
Todos fueron trasladados a los hospitales de Navarra y Virgen del Camino, donde están siendo atendidos. El encierro, protagonizado por toros de la ganadería gaditana de Marqués de Domecq, fue el más largo de los Sanfermines 2007, al quedar rezagado un toro que arremetió en repetidas ocasiones contra los corredores. Los toros tardaron más de seis minutos en completar el recorrido de la carrera.
(http://www.clarin.com/diario/2007/07/12/um/m-01455707.htm)
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En una verdadera muestra de fair play y honorabilidad deportiva, los toros tienen una chance anual para desquitarse del papel que les toca protagonizar en las famosas corridas.
Hace algún tiempo, un tal San Fermín logró que tuvieran oportunidades parecidas para competir.
“Así es demasiado injusto, una vez por año hay que emparejar las posibilidades”, decía Fermín, que fue elevado a la categoría de santo por los propios toros.
De manera que salen corriendo todos mezclados y que pase lo que pase.
En un desmadre vertiginoso que sólo dura seis minutos, andan corriendo y tropezándose toros y humanos, sospechosamente amontonados y sin ánimo de lastimar, encerrados en un tubo que tiene un comienzo, un final y cualquier cosa en el medio.
“Está todo muy bien, es muy divertido”, dicen los toros.
“Está todo muy bien, es muy divertido”, dicen los humanos.
Sólo que un toro egresado de Salamanca no piensa lo mismo: “Sería mucho más justo si, en lugar, de una turba de adolescentes extranjeros aburridos nos pusieran al lado a todos los lanceros, picadores y toreros que primero nos torturan y después nos matan en el resto del año”, dice bufando de rabia.
“A esto no se le puede llamar justicia, San Fermín y nosotros no estamos de acuerdo”, agrega un representante de la Asamblea Ordinaria de Toros.
“Si creen que nos van a conformar con un mexicano, un noruego, un norteamericano, un polaco y un alemán están muy equivocados. Para el año próximo queremos que sean todos colegas del ambiente taurino o no salimos a correr”, advierten los delegados.
Es más: de mantenerse las actuales condiciones se ofrecen a organizar la corrida, conseguir toros computarizados y festejar a puro grito desde los techos de las casas.
“Creo que llegó el momento de divertirnos con ustedes”, advierte el más anciano de ellos, Toro Cansado.
Y hay una fila detrás de él: Toro Podrido, Toro Furioso, Toro Lastimado, Toro Humillado y Toro Temible, entre otros.
Y también Toro Sombrío, el que no se cansa de repetir que: “De una vez por todas tenemos que tomar a los hombres por las astas, si es que tienen”, después de despacharse a otro norteamericano, un tal Jeminhuei, con una cornada en medio de la frente.
“Anda a escribir a Pamplona si sos macho”, le grita antes de salir del Encierro.
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