Murió Ingmar Bergman

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06:24 Murió el legendario cineasta sueco Ingmar Bergman

El director tenía 89 años y se encontraba retirado en su casa del Mar Báltico. Durante su larga carrera realizó más de 40 películas, entre ellas "El séptimo sello" (1957) "Gritos y susurros" (1972), "Escenas de la vida conyugal" (1974), "Sonata de otoño" (1978) y "Fanny y Alexander" (1982).

Su muerte se produjo "tranquila y suavemente", según dijo Eva Bergman a TT, que no precisó ni la causa ni la fecha exacta del fallecimiento.

Nacido el 14 de julio de 1918 en Uppsala, al norte de Estocolmo, Bergman realizó más de 40 películas en el transcurso de su larga y prolífica carrera, entre ellas "El séptimo sello" (1957) "Gritos y susurros" (1972), "Escenas de la vida conyugal" (1974), "Sonata de otoño" (1978) o "Fanny y Alexander" (1982).

Estudió en la universidad de Estocolmo y aprendió a dirigir con un grupo de teatro estudiantil poniendo en escena obras de Strindberg y Shakespeare. A partir de 1944 compaginó el teatro con el cine. En sus inicios ayudante de dirección, Bergman hizo su primer filme "Crisis" en 1945.

Es considerado el maestro del cine sueco. Entre sus más de 40 películas se destacan "Fresas salvajes" (1957), "Gritos y susurros" (1972), "Secretos de un matrimonio" (o "Escenas de la vida conyugal", 1974) y "Sonata de otoño" (1978). En 1976 se instala en Alemania por problemas con el fisco sueco y al año siguiente estrenó "El huevo de la serpiente", sobre el ascenso del nazismo.

De vuelta a Suecia rodó "Fanny y Alexander" (1982), una obra sobre su infancia y su pasión por el espectáculo, que recibió cuatro premios Oscar. En 2003 volvió a ponerse detrás de la cámara y dirigió una película para la televisión sueca, "Saraband".

Tras la muerte de su última esposa, Ingrid, en 1995, Ingmar Bergman residía una gran parte del año en la isla de Faaro (al norte de Gotland), en el mar Báltico, que sirvió de escenario para varias de sus obras.

Comandante de la Legión de Honor, miembro de la Academia de las Letras de Suecia y reputado dramaturgo, Bergman reveló su vida privada y profesional en los libros "Linterna Mágica" (1987), "Imágenes"(1993) y "Niños del domingo" (1994), adaptado a la gran pantalla por su hijo Daniel.

(http://www.clarin.com/diario/2007/07/30/um/m-01468062.htm)

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Es motivo de alegría saber que su muerte se produjo "tranquila y suavemente", según dijo su hermana Eva Bergman.

Puede que a estas horas esté conversando apasionadamente sobre cine con su interlocutor natural, el señor Akira Kurosawa.

Puede que haya tenido alguna última reflexión sobre el alma humana y su destino, que lamentablemente ignoramos.

Puede que, en este planeta, alguna gente se sienta entre acongojada y agradecida por haber visto sus películas y leído sus libros.

Es que no es fácil encontrar gente con tanto talento y honestidad: alguien que te muestre en qué consistimos con tamaña capacidad y valentía.

Alguien que se desnude como sus personajes escribiendo sus memorias.

Alguien capaz de arriesgar dejando el rostro de sus maravillosos actores delante de la cámara un buen rato, simplemente dejando que se muestren, hablando y mirándote a los ojos.

Primeros planos infinitos y eternos, exasperantes y mágicos, iluminadores y repulsivos: pequeñas obras de arte de su gran fotógrafo.

Los actores de Bergman te miran diciéndote: “Mirá como soy, mirá como sos”.

Apenas pestañean para que puedas entrarles hasta el alma y puedas reflejarte en cualquiera de ellos.

Y como pasa con los verdaderamente grandes, tuvo problemas, ahora no importa con quiénes y con qué razones.

Pero también, y especialmente, tuvo una vida intensa y apasionada.

Y me parece que no se guardó demasiadas cosas.

Gracias por todo, Ingmar.