viernes, 13 de julio de 2007

Iglesia rechaza el derecho a muerte digna

Ultimo Momento
17:01 Río Negro: firme rechazo de la Iglesia a la ley que reconoce el derecho a una muerte digna

La iniciativa, que ya cuenta con media sanción en la Legislatura provincial, permitiría a enfermos terminales rechazar intervenciones médicas. En un comunicado, los obispos rionegrinos consideran que el proyecto tiende a producir una muerte anticipada y no a "acompañar los últimos momentos" de un paciente.

La iniciativa, que ya cuenta con media sanción en la legislatura provincial, permite a los pacientes terminales rechazar intervenciones que consideren "extraordinarias o desproporcionadas".

En el texto, los religiosos sostienen que "en general, estos proyectos se refieren más a decidir y producir el adelantamiento de la muerte en pacientes terminales, que a cuidar y acompañar sus últimos momentos de vida biológica, con total cercanía y respeto por la vida".

La iniciativa fue aprobada en primera vuelta hace una semana, en conjunto con otro proyecto que establece que toda persona legalmente capaz pueda expresar, mediante la llamada declaración de voluntad anticipada, su consentimiento o rechazo a los tratamientos médicos, antes de que se produzcan circunstancias clínicas que le impidieran expresar su voluntad.

La diputada radical Marta Milesi, autora del proyecto, dijo que en las reuniones de elaboración de la iniciativa hubo reiteradas invitaciones a la jerarquía católica de Río Negro, cuyos miembros nunca enviaron representantes.

(http://www.clarin.com/diario/2007/07/12/um/m-01455887.htm)

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Nadie te pregunta si querés llegar.

Nadie te pregunta si querés seguir.

Nadie te pregunta si querés irte.

La obligación es seguir como sea.

Salvo algunos aparatos y ciertos atuendos: ¿qué diferencia hay entre un hospital y una cárcel?

Prohibido irse, prohibido decir “ya estuvo bien para mí”.

“Me tocó sufrir demasiado en los últimos tiempos, no me obliguen a seguir sufriendo, quiero irme, despídanme con amor y dejen que me vaya, así me quedaré con una última sensación de gratitud”.

No, dice la Iglesia, nadie debe irse hasta que Dios quiera.

Nadie debe irse hasta no sufrir lo suficiente, hasta no terminar de redimirse por el dolor.

No, dice la medicina, es necesario hacer todo lo que marcan los protocolos, experimentar las últimas drogas, los avances técnicos, exhibir los aparatos, las maniobras recomendadas en el último Congreso.

¿Qué es eso de respetar las decisiones de alguien aprovechando su última etapa de lucidez?

De ninguna manera: ¿quién te crees que sos para decidir acerca de tu propia vida?

Si nunca decidiste nada verdaderamente importante, ¿porqué hacerlo ahora?

¿Por qué tener una muerte digna si logramos con éxito que no tuvieras una vida digna?

Poca coherencia la tuya: pretender terminar bien cuando empezaste sin saber y seguiste sin ser consultado nunca.

¿Cuál es tu verdadera importancia salvo cumplir con la Biblia y ser un paciente dócil, disciplinado?

Deberías agradecer de por vida el ser tenido en cuenta por los obispos y la ciencia, más allá de tu insignificancia.

Tal vez te hayas equivocado de planeta, simplemente.



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