23:34 Misiones: secuestran 256 kilos de marihuana en una carpintería
Estaban enterrados y fueron hallados gracias a la acción de un perro antinarcóticos. El operativo fue realizado por Gendarmería en la localidad de Puerto Esperanza. Hay dos detenidos.
Gendarmería Nacional secuestró casi 260 kilos de marihuana que estaban enterrados en el piso de una carpintería de una localidad de la provincia de Misiones y detuvo a dos personas. El hallazgo se produjo gracias a la acción de un perro antinarcóticos llamado "One".
El operativo, que empezó anoche y terminó en la madrugada de hoy, estuvo a cargo de integrantes del Escuadrón 10 de Gendarmería, que realizaron cuatro allanamientos simultáneos en inmuebles de Puerto Esperanza.
La Gendarmería explicó que en uno de los domicilios había un galpón que funcionaba como carpintería, donde se realizó una inspección con la participación del perro "One" y se descubrió que debajo de unos tablones y en un pozo había paquetes y bolsas con droga.
Así, los efectivos secuestraron 148 "ladrillos", que contenían 257,27 kilos de marihuana, añadió la fuerza en un comunicado. Los investigadores -dijo- estiman que la droga tenía como destino Buenos Aires.
(http://www.clarin.com/diario/2007/07/25/um/m-01464818.htm)
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Los carpinteros juntaban ladrillos para hacer una casa de marihuana.
Y tenían la Esperanza de llegar a buen Puerto con su proyecto.
Los gendarmes utilizaron al perro más adicto de la provincia para encontrar la hierba.
Acerca del nombre del perro (One, igual que un conocido polivitamínico), el titular de gendarmería aclaró la confusión: “Sucede que consumimos uno de estos perros por día: es la dosis recomendada por los especialistas”, dijo ante las cámaras y los micrófonos misioneros.
También se explayó acerca de esta nueva modalidad delictiva: “Hay una gran demanda de marihuana a futuro, de manera que algunas personas están empezando a construir sus viviendas con la hierba, a fin de fumarse los ladrillos cuando la oferta disminuya o sea nula”, expresó el jefe del operativo.
A medida que corrían las horas del día, fue posible saber que sólo faltaban 32 ladrillos para construir un baño, que era el objetivo primario de ésta acumulación.
Preguntado acerca de la razón por la cuál estos clientes no identificados habían encargado el trabajo a carpinteros y no a los albañiles, algo que el común de las personas hubiera pensado, el titular del Escuadrón 10 de Gendarmería brindó su particular interpretación.
“Ustedes están llenos de preguntas absurdas y retorcidas”, les dijo a los periodistas, “es elemental darse cuenta que si fueran albañiles los constructores del baño, los usuarios nunca podrían fumarse los ladrillos. En cambio, los carpinteros hacen tan mal las paredes, que éstas se pueden transformar fácilmente en humo”, explicó ante los avergonzados periodistas que huyeron sin hacer más preguntas.
Mientras tanto, el abogado de los carpinteros denunció al perro “One” (las comillas son parte del nombre), acusándolo del faltante de cuatro ladrillos: “Mis clientes están seguros de que había 152 ladrillos, de manera que faltan cuatro y es seguro que el perro está involucrado. Sin ánimo de ofender el honor de los perros en general, todos vieron como “One” sacaba papel, armaba los fasos, pedía fuego a los gendarmes y se fumaba uno detrás de otro”, dijo el representante legal de los acusados.
“Es obvio que algo tenemos que darles, sino no trabajan más”, explicó con sencillez el gendarme.
“Además tenemos que pensar en el futuro de nuestros hijos”, agregó enigmáticamente y sin dar más explicaciones, aprovechando que ya no había más periodistas.
Sólo quedaba un lingüista, fascinado por el misterio de las comillas en el nombre del perro.
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