14:17 Sale a la venta un mouse 3D
El dispositivo, desarrollado por la empresa Logitech, tiene sensores de movimiento que pueden captar los cambios de posición en el espacio. Comenzará a comercializarse en Europa el mes próximo, y su precio será de 150 euros.
La empresa de tecnología Logitech desarrolló un mouse inalámbrico equipado con sensores de movimiento capaces de detectar los cambios de posición en el espacio. Esto permite utilizar el dispositivo sin la necesidad de colocarlo en contacto con una superficie sólida, como la de un escritorio.
El aparato, bautizado MX Air , reconoce incluso gestos que sirven como atajos para ciertas funciones. Por ejemplo, si quiere cambiar una canción que está sonando en la computadora, alcanza con hacer un movimiento circular hacia la derecha. Para bajar el volumen, en cambio, se debe presionar un botón y mover el dispositivo hacia la izquierda.
Además, para evitar que el pulso de la mano provoque movimientos indeseados en el cursor, el mouse incluye un algoritmo de control que elimina cualquier movimiento que considera involuntario o demasiado pequeño.
Semanas atrás, un grupo de estudiantes del Worcester Polytechnic Institute, de Massachussets, Estados Unidos, había presentado un prototipo de mouse 3D que se usa como un anillo, pero parecía lejana su comercialización. El precio del dispositivo de Logitech es de 150 euros y estará disponible en el mercado a partir de agosto.
(http://www.clarin.com/diario/2007/07/14/um/m-01457275.htm)
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No crean que este artefacto ha recibido felicitaciones unánimes.
Por ejemplo: un señor de Virginia, USA, se queja porque el nuevo Mouse es inútil cuando uno se está duchando y pretende cambiar la música o el volumen: “Lo usé debajo del agua inútilmente, solo se mojó, se me fue de las manos y salió corriendo para meterse en su cueva”, dice totalmente desencantado.
Igual ocurre con el señor Sánchez de Villa Luzuriaga, Argentina, que cuenta su amarga frustración: “Considerando lo que me había costado creí que era capaz de hacer otras cosas; entonces le hice señas con la cabeza, como cuando sacaba a bailar a alguna chica, diciéndole hasta en voz alta, para que me entendiera: subí el volumen, idiota. Y nada, no me dio bola, es un aparato inútil y cuesta un huevo, es un estafa y voy a pedir que me devuelvan el dinero”, expresa Sánchez al borde de un ataque de nervios.
Pero los ingenieros de Logitech están orgullosos por su producto y piensan llegar más allá, mucho más allá: “Con las ganancias vamos a poder seguir investigando en nuestro verdadero objetivo: desarrollar el Control-Person”, dicen al borde del orgasmo.
Consiste en un dispositivo de características similares a las de cualquier insignificante control remoto de televisión, pero con algunas pequeñas diferencias, ya que su blanco no será un aparato, sino los seres humanos.
En una primera fase, el Control-Person será apto para bajar el volumen y cambiar de tema, ya que su modelo original está diseñado para televisores.
Por ejemplo: si doña Sara se pone muy pesada y habla en voz demasiada alta, ya no habrá que perder tiempo en suplicarle inútilmente: “Más bajo, por favor, doña Sara”.
Bastará con dirigir el control a la zona de la laringe, donde están las cuerdas vocales, y apretar repetidamente la tecla que tiene una flecha hacia abajo hasta lograr el volumen deseado.
Es más: por una diferencia de precio insignificante podrá adquirirse un aparato con la opción Off, para silenciar totalmente al emisor de palabras, que quedará condenado a la época del cine mudo.
Los ingenieros de Logitech están pensando en otra posibilidad muy interesante: subtitular a la gente para que el receptor pueda leerlos dando descanso a sus oídos.
Y lo mismo con el tema: cuando pasen diez minutos en los que el interlocutor aburre con la misma charla orientada a quejarse por alguna cosa (los precios, el clima, el gobierno, el Edipo del nene o la artrosis de la abuela), entonces bastará con apuntar el Control-Person a la frente y apretar la flecha que dice “Canal” (no han tenido tiempo de modificar la palabra, aún), ya sea en dirección ascendente o descendente hasta lograr el tema deseado.
Es probable que nunca se logre el objetivo de encontrar el tema deseado o soportable, al menos.
Es el momento de apretar la tecla roja (Power) para desconectar al molesto humano que está enfrente.
Y listo.
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