Bush se reunió con el Papa

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08:15 Bush se reunió con el Papa en el Vaticano

Fue la primera vez que se veían cara a cara. Durante la entrevista, que duró media hora, Benedicto XVI pidió una "solución negociada" para Oriente Medio. Antes, el presidente estadounidense mantuvo un encuentro con el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano.

Según los primeros datos, el Pontífice felicitó a Bush por los resultados de la cumbre del G8 y le pidió una "solución negociada y regional" para los conflictos en Oriente Medio. "La Santa Sede desea una vez más una solución 'regional' y 'negociada' de los conflictos y las crisis que afectan la región del Oriente Medio", informó un comunicado del Vaticano.

La nota dice que también se abordaron "los principales temas de política internacional", en particular "la cuestión israelí-palestina, Líbano, la preocupante situación de Irak y las graves condiciones en las que viven las comunidades cristianas".

La reunión se llevó a cabo en la Biblioteca y duró 30 minutos. "Es bello estar aquí", dijo Bush cuando se cruzó con los periodistas. El mandatario estuvo acompañado por su esposa, Laura, quien estaba vestida con un traje negro y una mantilla que le cubría la cabeza.

En tanto, cientos de jóvenes provenientes de distintas ciudades comenzaron a llegar a Roma para participar en las manifestaciones organizadas contra la visita del presidente de Estados Unidos. Antes del mediodía, Bush tiene previsto reunirse con el jefe del gobierno italiano, Romano Prodi. Luego dará una conferencia de prensa, según se anunció.

(http://www.clarin.com/diario/2007/06/09/um/m-01435186.htm)


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Fue la primera vez que se vieron las caras y ambos retrocedieron espantados.

Utilizaron treinta minutos para conversar, discutir y arreglar los siguientes pequeños problemas: la reunión del G-8, la cuestión israelí-palestina, Líbano, la preocupante situación de Irak y las graves condiciones en las que viven las comunidades cristianas.

Cinco minutos para cada tema: ¡eso sí que es eficiencia!

Éstos grandes líderes no pierden el tiempo en pavadas, como por ejemplo: “¡Qué lindo vestido negro con una mantilla que le cubre la cabeza tiene su esposa!”

O: “¡Qué lindo edificio! ¿Me puede dar el mail del que hizo los planos y las pinturas de esta Capilla Sixtina?”

Bush, creo que usted me ganó en cantidad de manifestantes asqueados por su visita.

“No su eminencia, faltaba más, usted me supera largamente”, contestó diplomáticamente el norteamericano.

La reunión se celebró en la Biblioteca en un gesto de cortesía del vaticano para equilibrar la ignorancia del presidente norteamericano.

El papa pidió una “solución negociada” para el calentamiento global.

“Mire que si no Dios se enoja y lo manda al infierno”, lo amenazó con su mirada perdida en los asuntos celestiales.

“Es bello estar aquí”, contestó Bush, “Pero, ¿adónde está la Esfinge”?

Ratzinger se sintió severamente aludido y le pegó una patada por debajo de la mesa.

La sotana voló por los aires y fue señal suficiente para que la famosa Guardia Suiza entrara precipitadamente con su no menos famosa brigada de perros lacrimógenos y desalojara la biblioteca entre llantos de la señora y maldiciones del marido.

Estuve quince minutos con el presidente, antes de venir aquí, fui a preguntarle cómo tratar a este viejo de mierda y lo único que me contestó fue: “No sabemos, es un enigma como el de la Esfinge”.

Me parece que no se van a volver a ver nunca más, pero mañana el mundo amanecerá en paz.