06:33 Comienza el saneamiento de las márgenes del Riachuelo
Una empresa contratada por el Gobierno nacional realizará las tareas en Capital y en cinco municipios bonaerenses. Estiman que en cuatro meses el 90% de la zona quede limpia. El plan anunciado ayer contempla el retiro de basura, el control de roedores y el desmalezado periódico.
Esta mañana comenzarán las tareas de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo en la Capital y cinco municipios bonaerenses. Más de 50 empleados trabajarán en el proyecto que, según se estima, en cuatro meses dejará el 90 por ciento de la zona limpia.
"Es una obra muy importante que nos va a permitir, además, detectar todos los vuelcos clandestinos que tienen varias empresas" aseguró ayer la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, en el acto de presentación de la firma Algieri que será la responsable de las tareas.
"La obra apunta a darles mayor dignidad a los 7.266.029 habitantes que residen en la zona, de los cuales el 35 por ciento carece de agua potable y otro 55 por ciento no tiene cloacas", informó Picolotti.
El proyecto incluirá el retiro de basura gruesa, montículos de tierra y/o escombros; el control de roedores; el desmalezado periódico y corte, que estipulará que la altura del césped no llegue a superar los cinco centímetros.
En tanto, el titular de la firma, Pascual Alberto Algieri, dijo que en las obras que comenzarán mañana trabajarán medio centenar de empleados y estimó que "en cuatro meses" estará saneado el "90 por ciento" de las márgenes de la cuenca.
(http://www.clarin.com/diario/2007/06/27/um/m-01446241.htm)
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“Hemos encontrado la manera de darle dignidad a siete millones y medio de personas”, dice la Secretaria de Medio Ambiente.
Durante la conferencia de prensa, celebrada en medio de una creciente que arrastraba restos de materia fecal hasta el cuello de los expositores, un tal Algieri dijo que se animaba a firmar como titular, pero no pudo hacerlo porque sus manos estaban atascadas con desperdicios de todo tipo, algunos de ellos francamente inmundos.
Durante la ceremonia se percibía un olor repugnante, que la batería de aerosoles y aromatizadores no lograba disimular.
A los efectos se contrataron los servicios de la policía federal y su cuerpo anti-motines, pero los responsables habían entendido mal las indicaciones y los gases lanzados eran tan fétidos como las emanaciones del Riachuelo.
“Es que pensamos que el olor anti-disturbio era lo adecuado para luchar contra esa pestilencia”, dijo el atribulado policía.
Así fue como la secretaria de medio ambiente, sacándose un pañal generosamente usado de la cabeza, logró devolver la dignidad a tantos millones de personas.
Después de lograr La Matanza de un Riachuelo, el representante de la empresa Limpiándote S.A. explicó que, a pesar de los generosos números del contrato, se trata de un trabajo tan fácil que bastan cincuenta personas para limpiar la honra de siete millones y medio.
“Hoy estuvimos en el supermercado, comprando bolsas de consorcio, baldes y palitas para jugar en la playa que mañana entregaremos a los cincuenta trabajadores”, dijo.
También explicó que con ese método “cuya eficacia ha sido demostrada en no me acuerdo cuántos países, en cuatro meses dejaremos limpia el 90% de la zona”.
Ante el requerimiento de los periodistas, que hacían preguntas muy sucias y hasta groseras (¿Se puede saber qué mierda están haciendo?, dijo uno de ellos), Algieri defendió la limpieza de procedimientos que caracteriza a la empresa desde siempre.
“Hicimos un profundo proceso de selección de personal, invertimos muchas horas y mucho tiempo para quedarnos con los mejores cincuenta guardadores de excrementos de la ciudad y tuvimos un cuerpo de asesores que determinó la metodología y los materiales apropiados”, expresó indignado.
Desde horas de la madrugada los periodistas (equipados con barbijos y tanques de oxígeno) están apostados a orillas del Riachuelo para registrar las históricas escenas de los cincuenta empleados y su frenética carrera para llenar las bolsas de consorcio con baldecitos y palitas.
Así habrá dignidad y olor de santidad, de una vez por todas.
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