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08:22 Los incidentes dominan el inicio de la cumbre del G-8
La Policía de la ciudad alemana de Heiligendamm intenta evitar que la columna de manifestantes antiglobalización llegue al lugar en el que se desarrolla el encuentro entre los siete países más industrializados y Rusia.
La cumbre del G8 volvió a verse teñida de incidentes con manifestantes antiglobalización, cuando la Policía de la ciudad alemana de Heiligendamm, donde se desarrolla el encuentro entre los siete países más industrializados y Rusia, reprimió a la columna de militantes que intentaban llegar al lugar en el que esta tarde comenzará la reunión.
De esta manera, la cumbre de tres días volverá a desarrollarse en medio de este clima de protestas. En cuanto a los temas internos, la disputa estará centrada en las diferencias acerca de cómo luchar contra el cambio climático y la oposición rusa al escudo antimisiles de EE.UU .
El primer encuentro será una cena informal entre los líderes, pero antes habrá un almuerzo de trabajo entre dos de los grandes protagonistas de esta cita: la canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de la reunión, y el presidente estadounidense, George W. Bush.
Merkel, también presidenta de turno de la UE, intenta aproximar posturas con Washington sobre el cambio climático, ya que Bush sigue oponiéndose a un compromiso para la reducción de emisiones de CO2 y a un sistema de compraventa de derechos de emisiones.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, se ha convertido en protagonista por sus advertencias de que Rusia podría dirigir sus misiles hacia Europa, en caso de que EE.UU. siga adelante con sus planes de desplegar en Europa central y oriental elementos de su escudo antimisiles.
(http://www.clarin.com/diario/2007/06/06/um/m-01433148.htm)
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Es toda buena gente muy preocupada por el cambio climático y el desarrollo de los países pobres.
Honorables líderes que sufren la incomprensión de una turba de desocupados emocionales alterados por una extraña enfermedad: la globalifobia.
Todavía no se sabe bien si es un problema psiquiátrico o alérgico: los especialistas consultados no se ponen de acuerdo debido a las características de sus cerebros, que son monofásicos.
Por culpa de este simple detalle técnico, todavía no tenemos cura contra los globalifóbicos. El tratamiento, por ahora, está a cargo de la policía.
Al mismo tiempo, el presidente de Coca-Cola dice que nos va devolver toda el agua que usan para preparar su brebaje, ¡y así nos enteramos que obtener un litro de Coca-Cola insume entre 170 y 200 litros de agua!
No explica cómo diablos piensa concretar tamaña devolución, algo seguramente muy fácil para la empresa: tal vez desarrollar agua-ductos cuya construcción demandará 500 litros de agua por botella.
También los asturianos decidieron premiar a Al Gore por decir la verdad acerca del calentamiento, que es lo único realmente global que tenemos.
Y ayer se publicó una información alarmante (que ya cesó, reemplazada por novedades acerca de alguna sensacional “diosa” de turno): el 10% de la población mundial desaparecería en poco tiempo debajo de las aguas, que crecen sin control por el deshielo de polos y glaciares.
Pero no hay problemas: G-8 va a encontrar la solución muy fácil.
Cuando termine la cumbre, y en una sencilla pero emotiva ceremonia, darán a conocer la frase que salvará a la humanidad y será el nuevo icono de la realidad:
¡NO SE CALIENTEN!
La tienen tan fácil que hasta se hacen tiempo para organizar un juego a salón lleno: Bush y Putin se desafiaron para jugar a los soldaditos con escudos anti-misiles.
Todo esto da mucho asco y no tiene ni medio de gracia.
Y no se sabe si es más escalofriante y perverso que patético.
Pero no se olviden de estar tranquilos.
Por favor, no se calienten.
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