domingo, 30 de septiembre de 2007

Asesino del Che operado por médicos cubanos

El Mundo
LA CIRUGIA, DE CATARATAS, SE HIZO EN UN HOSPITAL QUE CUBA DONO A BOLIVIA
El asesino del Che fue operado gratis por médicos cubanos

Mario Terán, el sargento boliviano que asesinó a Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1967, hace casi 40 años atrás, fue operado gratis de cataratas por médicos cubanos en un hospital que donó el gobierno de Cuba a Bolivia e inauguró el presidente Evo Morales en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

"A cuatro décadas de que Mario Terán intentara con su crimen destruir un sueño y una idea, Che vuelve a ganar otro combate. Y continúa en campaña", dijo ayer el diario cubano Granma al informar de la cirugía a la vista a Terán enmarcada en la Operación Milagro, el plan de ayuda oftalmológica gratuita que impulsan Cuba y Venezuela en la región.

Gran paradoja de la historia, Terán "no tuvo que pagar un sólo centavo por haber sido operado de cataratas por médicos cubanos en un hospital donado por Cuba e inaugurado por el presidente Evo Morales, en Santa Cruz", escribió el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.El 9 de octubre de 1967 Mario Terán ejecutó -dicen que "ayudado" por el alcohol- al desarmado Guevara, entonces de 39 años, quien había sido capturado el día anterior, en una humilde escuela en el poblado de La Higuera.

Según Granma, un hijo del ex sargento se presentó en la redacción del diario El Deber de Santa Cruz, para "pedir que publicaran una nota de agradecimiento a los médicos cubanos".Terán "podrá volver a apreciar los colores del cielo y de la selva" pero "seguramente jamás será capaz de ver la diferencia entre las ideas que lo llevaron a asesinar a un hombre a sangre fría y las de este hombre, que ordenaba a los médicos de su guerrilla que atendieran por igual a sus compañeros de armas que a los soldados enemigos heridos", añadió Granma.

Cuba se apresta a conmemorar en octubre el cuadragésimo aniversario de la "caída en combate" del "Guerrillero Heroico" con una serie de actividades.El acto central se realizará el 8 en Santa Clara, 270 km al este de La Habana, donde se encuentra el Memorial que alberga sus restos desde 1997.

(http://www.clarin.com/diario/2007/09/30/elmundo/i-02901.htm)

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Dicen, y no suena raro, que el propio Che empujó a Terán a ejecutarlo ante la indecisión y la cobardía del ex-sargento.

“Dele, apriete de una vez el gatillo”, dicen que le dijo porque ya sabía su final.

Y ahora sabemos porqué razón el Che fue, es y seguirá siendo “un mito” a cuarenta años de su muerte.

La razón radica en la historia que ahora se publica: los médicos cubanos son fieles a su legado y atienden a los soldados heridos del otro bando.

Incluso atienden al asesino de su propio comandante.

Terán "podrá volver a apreciar los colores del cielo y de la selva" pero "seguramente jamás será capaz de ver la diferencia entre las ideas que lo llevaron a asesinar a un hombre a sangre fría y las de este hombre, que ordenaba a los médicos de su guerrilla que atendieran por igual a sus compañeros de armas que a los soldados enemigos heridos", comenta atinadamente el Granma en un inesperado ataque de periodismo sur-realista.

Y esta sí que es una verdadera victoria del Che.

“Hasta la victoria siempre” es ya, es ahora, y gracias a una simple operación de cataratas que nunca podrá despejar otras brumas en la visión de Terán.

¿Habrá podido llorar de una vez y para siempre el ex-sargento del ejército boliviano?

¿Habrá podido comprender, luego de cuarenta años, el por qué de sus terribles dudas al momento de apretar el gatillo?

¿Alguien dirá que operarlo fue un acto propagandístico o, en el mejor de los casos, un gesto inútil?

Lo importante es que, por fin, las revistas y los intelectuales desocupados del mundo perderán un tema que los obsesiona: ¿por qué misteriosa razón el Che sigue firme en las remeras, en los murales y hasta en los tatuajes del planeta?

El Che era un verdadero caballero, pero no es ésa la verdadera razón de su legítima y persistente presencia en los asuntos de este mundo.

La verdadera razón es que, simplemente, sigue siendo la Esperanza.

El Che es una esperanza verdadera.









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