17:25 Zapatero utilizó la figura del fútbol para defender la economía española
El jefe de gobierno afirmó que el país juega en la "Champions League de las economías mundiales". En la curiosa definición, dijo además que España es el que "más partidos gana", el que "más goles ha metido" y el arco "menos goleado".
Zapatero utilizó esta comparación futbolística durante un discurso pronunciado en el Congreso de los Diputados ante los parlamentarios del Partido socialista. El jefe del gobierno se mostró satisfecho por haber cumplido con su compromiso de comienzo de legislatura: "Conseguir que España progrese más rápidamente que los países de su entorno".
España "ha entrado en el grupo de las ocho economías más potentes del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, Japón, Alemania, China, Reino Unido, Francia e Italia, adelantando a Canadá. Se podría decir que la economía española ha entrado en esta legislatura en la Champions League (Liga de Campeones de fútbol) de la economía mundial", aseguró.
Las recientes "turbulencias del sector financiero" no ponen en cuestión la situación económica española, añadió. "Tenemos la economía preparada para afrontar" este tipo de fenómeno, insistió, y enumeró los éxitos económicos del país durante la actual legislatura.
El crecimiento acumulado de España durante esta legislatura (2004-2008) será del 15%, es decir, el doble del alemán, 50% mayor que el Reino Unido y 25% mayor que Estados Unidos, mientras 2,7 millones de empleos se crearon, es decir, "más que Alemania, Francia y el Reino Unido juntos", precisó.
Zapatero hizo este balance en momentos en que comienza un curso político electoral, y un día después de la designación oficial de su rival, Mariano Rajoy, líder de Partido Popular (PP) como candidato a jefe del gobierno en las elecciones legislativas de marzo de 2008. El presidente del gobierno socialista cuenta firmemente con los buenos resultados económicos para volver a ganar en marzo.
(http://www.clarin.com/diario/2007/09/11/um/m-01497142.htm)
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En un lenguaje totalmente comprensible para los futboleros del mundo (la mitad de la población del planeta), el jefe de gobierno español ha descrito la ubicación de su país en la economía mundial.
Por fin alguien que nos habla claro, sencillo y comprensible.
“Eh, Zapatero, el centrodelantero alemán está por meternos un gol”, le advierte uno de sus ministros.
“No hay problema muchacho, el crecimiento acumulado de España durante esta legislatura (2004-2008) será del 15%, de manera que la pelota se le va a ir afuera, es seguro”, lo tranquiliza Zapatero.
“¿Y qué hacemos con la defensa de Inglaterra?, hace tres partidos que no les podemos hacer un gol”, interroga algo angustiado el ministro de relaciones exteriores.
“Esos se van a comer cuatro goles, por lo menos. Estamos creciendo un 50% por arriba de ellos, ni siquiera los horribles sombreros de la reina les van a alcanzar para tapar el arco”, sonríe triunfante el mandatario.
Ahora se abre una nueva y revolucionaria etapa en la relación entre gobernantes y gobernados gracias al genial descubrimiento de Zapatero, que ahora quiere ser entrenador de la selección de España, tal vez porque nunca ganó nada.
De manera que se puso un buzo de entrenador y eligió una serie de jugadores con absoluto criterio político y representativo, más allá de sus virtudes deportivas.
Por ejemplo; 5 de Cataluña, 5 del País Vasco, 3 de Andalucía y así sucesivamente.
Los jugadores se divertían muchísimo en los entrenamientos porque terminaban enseñándole cosas básicas de táctica y estrategia futbolística al Jefe de Gobierno, que insistía con su concepción política del juego.
“Tú, andaluz, tómala con la mano, invierte en el negocio inmobiliario y pásasela al industrial catalán que tiene el número 7 en la espalda pero no se te ocurra hacerle un pase-gol al extremista vasco”, gritaba desaforado desde el borde de la cancha.
“No se puede don José, así nos van a cobrar penal y perdemos el partido”, aclaraba el aludido, muerto de risa.
“Mira muchacho, deja de reírte que con este método llegamos a la Champion y seguramente la vamos a ganar por varios goles. Y si así no funciona, contrato al mejor entrenador del mundo y lo pongo de ministro de economía”, dice.
No funcionó: jugaron la Eurocopa y salieron últimos, a pesar de que eran locales.
Y, como tantas veces en el fútbol, lo mejor estuvo en las tribunas.
Rápidamente la hinchada española encontró la música adecuada para cantarle:
“¡Zapatero a tus zapatos, zapatero a tus zapatos, zapatero a tus zapatos!”, mientras el producto bruto futbolístico y la tasa de bronca acumulada entre 2004 y 2008 terminaban echándolo del equipo.
Pero algo quedó como resultado de la novedosa experiencia: el mejor relator de fútbol de España ahora es el encargado de transmitir los actos oficiales.
Pero ésa es otra historia, tan divertida que hasta te da hipo de la risa.
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