3:45 La Corte ordenó auxiliar con agua y alimentos a comunidades aborígenes del Chaco
Según el alto tribunal, sus habitantes se encuentran en situación de "emergencia extrema, con necesidades básicas y elementales insatisfechas". El fallo alcanza al Estado nacional y al gobierno de la provincia. En los últimos meses murieron por desnutrición al menos doce integrantes de la etnia toba.
La Corte Suprema de Justicia ordenó hoy a los gobiernos de Chaco y de la Nación que informen sobre la situación de las comunidades indígenas, en su mayoría tobas, que estén en situación de "emergencia extrema, con necesidades básicas y elementales insatisfechas".
Además, el máximo tribunal también ordenó el inmediato "suministro de agua potable, alimentos y medios de transporte y comunicación adecuados para cada uno de los puestos sanitarios ubicados" en las regiones en crisis, informó la Corte en un comunicado.
La decisión fue tomada en el acuerdo ordinario del tribunal, en el marco de un proceso iniciado por la Defensoría del Pueblo de la Nación, en representación de las comunidades indígenas. Al tomar esta resolución, la Corte "consideró la gravedad y urgencia de los hechos denunciados", y destacó "la necesidad, sin perjuicio de lo que pudiere decidir en su oportunidad en relación a su competencia, de adoptar las medidas conducentes que tiendan a garantizar la eficacia de los derechos, y evitar que estos sean vulnerados".
Para la Corte, ése es su "objetivo fundamental a la hora de administrar justicia, y de tomar decisiones en los procesos que se someten a su conocimiento, sobre todo cuando está en juego el derecho a la vida y la integridad física de las personas".
Los aborígenes del Chaco son más de 60.000 -casi el 10% de la población total- y comprenden tres etnias: tobas o qom, wichís y mocovíes. Los más numerosos son los primeros, que habitan en casi toda la provincia, pero sobre todo en El Impenetrable. En los últimos meses, al menos doce integrantes de la etnia toba murieron por desnutrición.
(http://www.clarin.com/diario/2007/09/18/um/m-01502053.htm)
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Es extremadamente raro, casi surrealista, que una institución jurídica ordene a dos gobiernos a atender a las “comunidades aborígenes del Chaco”.
Les están diciendo que deben impedir su muerte, su desaparición.
La mayoría sobrevive exiliada en su propia tierra, en un enigmático y misterioso lugar llamado El Impenetrable, un bosque o selva, no sé.
¿Estará, la Corte Suprema, dispuesta a ordenar que no se destruya el hábitat natural de estas poblaciones?
¿Dictarán una ley contra el exterminio de los bosques nativos, contra la tierra arrasada con la excusa de aumentar la producción?
¿Revisarán los últimos quinientos años de persecución y exterminio contra los naturales de América?
¿Se preguntarán que quiere decir integrar, compartir, crecer?
¿Qué pensarán de esta ordenanza de la Corte los tobas o qom, los wichís y los mocovíes?
¿La recibirán con alegría, con callada resignación o con furia que probablemente ya no puedan exteriorizar?
¿Qué significa Impenetrable en todo esto?
¿A qué nos estamos refiriendo con ése término tan significativo?
¿Adónde no podemos entrar?
¿De dónde no podemos salir?
¿Qué clase de extinción les espera, luego de diezmarles la vida durante cinco siglos?
¿Inventarles barrios con folklore y turistas extranjeros?
¿Ponerles calefacción, aire acondicionado, televisión por cable e internet?
¿Diseñar una especie de zoológico aborigen para lavar la culpa?
Hay personas que pueden elegir morir con dignidad.
Hay pueblos enteros que pueden hacerlo sin proclamarlo, calladamente haciéndolo.
Y esto sí que es absolutamente Impenetrable para nosotros, para ésta civilización que asesina en nombre de los Derechos Humanos.
¿Aceptarán el agua y los alimentos que no pudieron ganarse por sí mismos, como manda la ley de cualquier viviente?
Es una decisión de laberintos impenetrables.
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