Cae en el mundo la mortalidad infantil

Sociedad
HOY SON 9,7 MILLONES AL AÑO, CONTRA 13 MILLONES DE 1990
Cae en el mundo la mortalidad infantil

Según UNICEF, el número mundial de muertes de niños y niñas descendió a niveles inéditos: la cifra actual es de 9,7 millones tras haber llegado hasta casi 13 millones en 1990.

"Vivimos un momento histórico", afirmó Ann Veneman, directora ejecutiva de UNICEF. "Los niveles actuales de mortalidad infantil son inferiores a todos los que se habían registrado hasta ahora. Debemos aprovechar el impulso de ese éxito en materia de salud pública para conquistar los Objetivos de Desarrollo del Milenio". Entre estos objetivos está el compromiso de reducir en dos terceras partes la mortalidad en la infancia de 1990 a 2015, es decir, 5,4 millones de niños y niñas.

"La pérdida de 9,7 millones de vidas infantiles sigue siendo inaceptable. Esas muertes se pueden evitar en su mayoría y, como demuestran los recientes éxitos, existen soluciones. Cuando los niños cuentan con acceso a servicios de atención de salud integrados, basados en la comunidad, y respaldados por un sistema eficaz de remisión de casos, es posible salvar muchas vidas", agregó.

De los 9,7 millones de chicos que mueren anualmente en el mundo, 3,1 millones son de Asia Meridional y 4,8 millones de Africa subsahariana. La región de América latina y el Caribe está bien encaminada hacia la conquista del Objetivo de Desarrollo del Milenio, ya que de las 55 muertes por cada 1.000 nacidos vivos que había en 1990, pasó a tener 27 muertes por cada 1.000 niños nacidos con vida.

Parte del progreso obtenido se debe a la adopción de medidas y políticas sanitarias básicas, entre ellos el amamantamiento temprano y exclusivo, vacunación contra el sarampión, suministro de suplementos de vitamina A y empleo de mosquiteros impregnados con insecticida para prevenir el paludismo.

(http://www.clarin.com/diario/2007/09/14/sociedad/s-03602.htm)

Sociedad
INFORME DEL CONSEJO BRITANICO DE LA MODA SOBRE LA SALUD DE LAS CHICAS
Modelos más reguladas: ahora prohíben desfilar en Londres a las menores de 16

La muerte de tres modelos sudamericanas fue la gota que el año pasado rebasó el vaso sobre lo que era la débil normativa de la industria europea de la moda. A partir de mañana, las modelos de hasta 16 años no podrán menear sus escuálidas caderas por las pasarelas de la Semana de la Moda de Londres (London Fashion Week). Eso es lo que advierte el informe preliminar de la "Encuesta sobre la Salud de las Modelos Independientes" que coordina el Consejo Británico de la Moda. El objeto del estudio es concientizar a la industria de la moda sobre las condiciones en que trabajan las modelos, alumbrar sobre las graves consecuencias que los trastornos alimentarios producen en la salud y renovar las normas de los desfiles.

El mismo informe adelanta que las modelos de 17 y 18 años deberán estar acompañadas por un adulto durante las "pasadas". Sin distinción de edad, además, ninguna modelo cuyo índice de masa corporal sea menor a 18,5 podrá subir su esquelética figura a las pasarelas británicas.

(http://www.clarin.com/diario/2007/09/14/sociedad/s-03601.htm)

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////


"Vivimos un momento histórico", afirmó entusiasmada Ann Veneman, directora ejecutiva de Unicef.

Según Unicef, el número mundial de muertes de niños y niñas descendió a niveles inéditos: la cifra actual es de 9,7 millones tras haber llegado hasta casi 13 millones en 1990.

Buenas noticias para hoy, pero quién sabe para mañana: nadie sabe cómo van a hacer para sobrevivir los que hoy mismo se incorporan al club de los humanos.

Nadie plantea las opciones, la mayoría de ellas terribles.

Hay teólogos irresponsables pero contentos: muerte al aborto, viva la Biblia.

Hay técnicos felices: trabajaron bien y pueden ver los resultados, de manera que la gente de Unicef va a seguir teniendo trabajo: felicitaciones para ellos y sus familias.

Y también hay una enfermedad divulgada y terrible en nuestra especie: la inteligencia cortita, tipo “pan para hoy y hambre para mañana”.

Muy buenos para fabricar aparatitos, la mayoría de ellos inútiles.

Muy malos para prever las consecuencias de nuestros actos y decisiones: que los problemas de hoy los resuelvan los que vienen.

Por ejemplo: los 3,3 millones de chicos rescatados a la muerte.

Hay un interesante adminículo llamado Lóbulo Pre-Frontal, una parte del cerebro cuyo gran desarrollo nos diferencia del resto de los animales y es algo así como el sello de distinción biológica de la especie.

Es maravilloso: no se imaginan la cantidad de cosas que puede hacer.

Pero hasta ahora ha sido un regalo inútil de la naturaleza, algo así como regalarle margaritas a los chanchos.

Y parece que la campaña de Unicef ha logrado trasladarse al mundo de las modelos, un grupo de adolescentes desnutridas y en grave peligro de muerte.

Otro insólito lado de la pelea contra la mortalidad infantil.

Así vamos a crear siglas e instituciones hasta el infinito: contra la Mortalidad Adolescente, contra la Mortalidad Adulta, contra la mortalidad global, etcétera.

Lástima que el escaso uso del Pre-Frontal nos impida darnos cuenta que también hay que pelear contra la mortalidad de bosques y animales, de hongos y bacterias.

Esta película tiene un guión equivocado: los malos y los buenos no existen y la vida es un consorcio, como descubrió la bióloga Lynn Margulis aunque antes lo hayan advertido todos los vivientes de este planeta menos nosotros.

Hay un filósofo contemporáneo que convendría leer: se llama Confucio (que sin embargo es extremadamente claro) aunque un error de interpretación pretenda que vivió y murió hace 2500 años.

El Maestro dice: “Cuando la naturaleza prevalece sobre la cultura, se tiene a un salvaje; cuando la cultura prevalece sobre la naturaleza, se tiene a un pedante. Cuando naturaleza y cultura están en equilibrio, se tiene a un caballero”.

El Maestro dice: “Un hombre sobrevive gracias a su integridad. Si sobrevive sin ella, es pura suerte”. (Analectas 6.18 y 6.19)

Hemos tenido demasiada suerte hasta ahora, y disculpen ustedes, pero hoy el tema no da para ironías.