jueves, 13 de septiembre de 2007

Emergencia en Paraguay por incendios forestales

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23:45 Declaran el estado de emergencia en Paraguay por incendios forestales

El fuego afecta a los departamentos de San Pedro, Villa Hayes, Concepción y Amambay. El aeropuerto de Asunción, en tanto, volvió a operar parcialmente tras permancer clausurado desde el lunes debido a la intensa humareda que cubrió el cielo de la capital paraguaya. "La situación es grave", reconoció el presidente Nicanor Duarte.

El gobierno paraguayo decretó el estado de emergencia en cuatro departamentos del país debido a los incendios en campos de pastura y bosques naturales. "La situación actual es grave", dijo el presidente Nicanor Duarte en una rueda de prensa tras anunciar la medida en los departamentos San Pedro, Villa Hayes, Concepción y Amambay, ubicados en un promedio de 250 kilómetros al oeste, este y norte de la capital.

El aeropuerto internacional volvió a operar parcialmente tras permanecer clausurado desde el lunes debido a la intensa humareda que cubrió el cielo de Asunción, mezclada con la bruma habitual de los días previos a la primavera boreal.

El mandatario informó sobre la contratación de un avión hidrante ruso para combatir unos 5.000 focos de incendio en campos de pastura y bosques naturales. Comentó que "el avión hidrante ruso lo contratamos por 5 días a un costo de 1.000.000 dólares; el dinero lo sacaremos delpresupuesto de cada ministerio (diez en total). Llegará el viernes de Grecia, en donde estuvo cooperando en la tarea de sofocar incendios".


"Esta aeronave tiene la ventaja de su capacidad porque los aviones que nos ofrecieron de Argentina y Venezuela sólo pueden transportar, por viaje, 2.000 litros de agua", acotó. Coincidentemente, la cancillería confirmó el arribo para el jueves de Sergey Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa.

Además, el mandatario destacó que "mientras tanto los cuatro aviones cisternas enviados por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva hicieron desde el sábado pasado más de 130 vuelos para controlar, felizmente, el incendio en un sector crítico del departamento de San Pedro".


(http://www.clarin.com/diario/2007/09/12/um/m-01497969.htm)

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¿A quién le parecerá que este incendio es muchísimo más grave que el del shopping de Asunción?

“Son nada más que árboles”, dicen en las peluquerías, en los colectivos, en los taxis, en las cafeterías, en los noticieros del mundo.

"La situación actual es grave", dijo el presidente Nicanor Duarte en una rueda de prensa tras anunciar las medidas y modificando su entorno: ahora está rodeado por bomberos con mangueras en posición de ataque que han reemplazado a los edecanes militares con cara de nada.

También se vienen los rusos, cuya tradición más conocida es la de armar incendios, no la de apagarlos. Parece que traen un tanque australiano disfrazado de avión.

“Mire Duarte, acá le mandamos unos aviones que pueden resolver el problema”, le dijeron sus colegas de Argentina y Venezuela. Pero fue un fiasco: con dos mil litros de agua apenas se puede apagar un comienzo de incendio en cuatro jardines de modesto tamaño.

Algunos paraguayos están indignados, especialmente los que viven lejos, en otros países: “¡Va gastar un millón de dólares para apagar un incendio de árboles, habría que denunciarlo por contrabando!”, dice el representante de los Paraguayos Exteriores.

¿Alguien sabe cómo empezó el incendio y por qué?

El problema más grave es que el aeropuerto no puede operar.

Muchos vecinos se quejan por el humo, y sostienen que es mejor cortar a los árboles que queden para que no sigan jodiendo.

Mi alcanforero está indignado, ni siquiera quiere que lo abrace.

“Ustedes son todos una basura estéril, una basura idiota”, se enoja perdiendo su digna calma, su amistoso y silencioso espíritu protector.

“Los árboles somos los únicos que estamos preocupados no sólo por nuestra supervivencia, sino por toda la vida en nuestro hermoso planeta”, agrega totalmente excitado antes de reunirse de urgencia con los robles, la araucaria, la magnolia, el palo borracho y algunos más.

Algo van a tener que hacer, los árboles del mundo.

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