viernes, 14 de septiembre de 2007

Detenido en Ezeiza con 26000 dosis de éxtasis

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09:48 Detienen en Ezeiza a un hombre con 26.000 dosis de éxtasis

Personal de Aduana descubrió la droga al revisar el equipaje del sospechoso con un equipo de escáner. El cargamento venía desde Holanda, en un vuelo de línea.

Un hombre fue detenido esta madrugada en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza por personal de la Aduana, cuando transportaba entre su equipaje unas 26.000 dosis de "éxtasis", también conocida como la "píldora del amor".

Fuentes aduaneras informaron que el imputado, de 58 años, arribó al país en los primeros minutos de hoy en un vuelo de la empresa Iberia procedente de Amsterdam (Holanda), vía Madrid (España).

La droga fue descubierta cuando los equipajes del detenido fueron revisados por personal de la Aduana con un sofisticado equipo de escáner. Según los informantes, la cantidad de dosis de "éxtasis" secuestrada durante el operativo en Ezeiza sería el cargamento más grande de ese tipo de droga de diseño incautado -de una sola vez- en el país durante los últimos 10 años.

Según los informantes el "éxtasis" que es una droga preparada con productos químicos, especialmente con el 3,4-metilen dioxianfetamina, les proporciona a los consumidores una intensa sensación de bienestar, le aumenta la energía y provoca alucinaciones.

(http://www.clarin.com/diario/2007/09/14/um/m-01499107.htm)

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Naturalmente, produce enorme alegría saber que hay un hombre en este planeta, aunque sea uno solo, capaz de albergar tanta felicidad, tanto éxtasis.

Solo que tenían que venir los envidiosos de la aduana para confiscarlo y arruinar todo.

¿No es maravilloso saber que existe una “píldora del amor”?

La sola mención de su existencia produce éxtasis, así como la divulgada frase “ataque de pánico” tiene la rara virtud de producirlo: ni hablar de lo deslumbrante que debe ser consumirla.

Esta noticia confirma, también y como de paso, que para los argentinos la felicidad siempre procede de Europa, concretamente en un vuelo de la empresa Iberia procedente de Amsterdam (Holanda), vía Madrid (España).

¿A quién le importa saber que, en realidad, se trata del 3,4-metilen dioxianfetamina, que proporciona a los consumidores una intensa sensación de bienestar, aumenta su energía y les provoca alucinaciones?

Parece una explicación reducida y miserable para explicar tanta dicha.

Y si una sola dosis puede provocar semejante felicidad, ¿cómo explicar la exorbitante e inigualable plenitud que puede experimentar una persona que tiene 26000 dosis encima?

Ni siquiera el Dante podría haber imaginado un paraíso tan esplendoroso.

Es igual que con el conocimiento del universo: la imaginación debe volar mucho más que la cabeza “racional” para asumir y aceptar sus extraordinarias dimensiones antes que el cerebro haga “crack” y se caiga al suelo.

Estamos en presencia del mismo fenómeno: no hay dimensión racional posible para imaginarse el paraíso en el cual debe estar instalado este señor que viene de Holanda, un iluminado que viaja de incógnito para contagiar felicidad a raudales en su punto de destino, accidentalmente Argentina.

Supongo que deben estar envidiándonos en el resto del mundo.

Pero bueno: somos así y algo habremos hecho para merecer esto.

Hice el cálculo y me corresponde la décima parte de una dosis.

Así que disculpen, estoy muy apurado por llegar a Ezeiza antes de que me dejen sin mi parte proporcional de éxtasis.

Después les cuento, ¿ustedes no van?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanto lo que dijiste abajo, como tu opinion. La verdad palabras muy savias. Si queres agregame al msn. Un abrazo che.

alba_moti@hotmail.com