15:46 Mar del Plata: matan a golpes una mujer porque no tenía dinero
Hace pocos días, la víctima había recibido la visita de un hijo que vive en Estados Unidos. Según fuentes policiales, los ladrones que ingresaron a su casa sospechaban que había recibido una suma importante de plata.
Un grupo de ladrones mató a una mujer de 61 años en su casa de Mar del Plata porque no tenía dinero. Fuentes policiales dijeron que el cadáver fue hallado ayer por la tarde en el dormitorio de la vivienda, ubicada en la calle 198, entre Brown y Colón, al norte de la ciudad balnearia. Sin embargo, el hecho se habría producido el viernes, cuando los ladrones ingresaron a la vivienda.
La víctima, identificada como Silvia Pedraza, fue atada y golpeada brutalmente. Los ladrones sospechaban que había recibido una suma importante de dinero porque la semana pasada la visitó un hijo que vive en Estados Unidos.
La muerte de la mujer, quien se desempeñaba como empleada doméstica, se habría producido tras varios golpes en la cabeza, según lo que informó la Policía. Los investigadores dijeron también que en el lugar se hallaron varios electrodomésticos nuevos.
(http://www.clarin.com/diario/2007/08/26/um/m-01486079.htm)
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Toda madre que recibe la visita de un hijo que vive en Estados Unidos, corre peligro.
Como es sabido, todos los residentes en Estados Unidos son inmensamente ricos y, cuando viajan para visitar a su madre le llevan, por lo menos, la mitad de su fortuna según estadísticas confiables.
Los ladrones del mundo entero manejan esta información desclasificada, y esperan ansiosamente que el hijo se vaya para robar la incalculable fortuna dejada en la casa de la madre.
Fue lo que hicieron en este caso entrando en la casa de Silvia Pedraza, famosa por ser una acaudalada empleada doméstica madre de un residente en Estados Unidos, pero sólo encontraron una tostadora, una licuadora y un secador de pelo.
Entonces la ataron y la golpearon brutalmente para que les revelara el lugar del escondite donde hallarían la fortuna, pero la mujer se negó a confesar: les decía, llorando e implorando, que lo que veían era todo lo que su hijo había podido traerle, que el verdadero regalo era su esperada visita.
“No te creemos, las estadísticas dicen otra cosa”, le contestaron.
Revisaron todo y, como habían vigilado a la casa y sus ocupantes, estaban seguros de que la fortuna estaba allí, entre esas modestas paredes.
Y como no tenía dinero, la mataron.
La mataron porque no tenía dinero.
Simplemente la mataron a golpes porque no tenía dinero.
A partir de ahora hay que cuidarse mucho: en este mismo momento, casi toda la población del mundo corre peligro.
Basta que no tengas dinero para que te maten.
Así que va a quedar casi nadie en este planeta, salvo los que tengan dinero.
Que sólo les va a servir la primera vez que los asalten.
Porque a la segunda ya sabemos lo que va a ocurrir, tengas o no un hijo en Estados Unidos.
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