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Adelfa Volpe había sido internada en un sanatorio de Santa Fe con arritmia y dolores de pecho, que luego se complicaron con problemas respiratorios. La anciana se hizo conocida cuando el 28 de setiembre pasado se casó por civil con Reinaldo Wavegche, que tiene 58 años menos que ella.
Adelfa Volpes, la mujer de 82 años que hace 25 días sorprendió al casarse con un joven de 24, murió hoy en Santa Fe tras permanecer varios días internada a causa de una insuficiencia cardíaca y un accidente cerebrovascular.
Volpes murió esta madrugada en el sanatorio San Gerónimo, adonde había sido internada pocos días atrás. La anciana, luego de regresar de la luna de miel en Brasil con su joven esposo, 58 años menor que ella, se realizó un control y el cardiólogo que la examinó dispuso que permaneciera internada por dos días. Pero cuando aparentemente estaba por recibir el alta médica, la anciana sufrió una descompensación con un accidente cerebrovascular, agravado por una neumonía, informaron días pasados fuentes médicas.
El médico neurólogo que la asistió había adelantado este fin de semana que el estado de la anciana era muy crítico. El matrimonio de la anciana y su joven pareja generó interés en los medios locales, nacionales y extranjeros, principalmente de Uruguay, Brasil, Chile y España, que cubrieron toda la información periodística relativa al casamiento en Santa Fe.
Volpes y Waveqche se habían casado el 28 de setiembre pasado en un registro civil de Santa Fe y luego partieron a Río de Janeiro en luna de miel. Cuando la mujer fue internada, la pareja estaba preparándose para viajar a España, invitados por un canal de televisión que los convocó para que contaran su historia.
Una amiga íntima de Adelfa expresó que "ni siquiera tuvo un pico de presión, estaba muy bien. Son esas cosas que pasan a tres horas que le den el alta para irse. Estaba muy contenta con todo lo que había pasado en su vida y lo disfrutó mucho. Se maravilló con cada cosa que vivió en estos últimos 25 días, desde que contrajo matrimonio", dijo.
(http://www.clarin.com/diario/2007/10/22/um/m-01524428.htm)
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Querida Adelfa:
Puede que nosotras, tus amigas, apenas podamos mirarnos incrédulas y preguntarnos qué pasó.
Porqué se te ocurrió morirte así, cuando te veíamos feliz y no parabas de contarnos todo lo que habías disfrutado en tu luna de miel.
La Porota dice que te mataron la televisión y las viejas chusmas del pueblo, y que ahora que estaban por viajar a España invitados para contar allá tu historia ante las cámaras, ya no podías soportar las risitas y los comentarios que todos hacían casi al lado tuyo.
Porque circularon los rumores y los chismes más absurdos: desde que tu marido es gay hasta que sólo querías producir un golpe de efecto para hacerte famosa. ¡Como si hubieras diseñado tu casamiento junto con los periodistas y los dueños de las cadenas de televisión!
Desde que te casaste oímos, vimos y leímos las cosas más repugnantes que se le pueden ocurrir a chusmas profesionales, muchos de ellos con título profesional. Ni siquiera te contamos la décima parte: nos pusimos de acuerdo para que no te enteraras porque te veíamos tan contenta…
No nos extraña de la Juana y la Filomena, que tienen lengua y cabeza de víbora.
¡Pero no esperábamos lo que hicieron los de los diarios, la radio y la televisión!
Se ve que no tenían nada más importante para dar porque ustedes dos aparecieron en primera plana en todas partes del mundo y fueron el comentario de millones de personas en todo el planeta.
También nos enteramos que muchos doctores y algunos intelectuales hacían observaciones demasiado estúpidas y sacaban conclusiones que nos tenían azoradas (tampoco te contábamos éstas miserias).
Pero ninguna de las personas que se sintieron autorizadas para opinar sobre tu casamiento te conocían ni un poquito así.
Ninguno de ellos sabe lo feliz que fuiste: eso sólo lo sabemos nosotras, tus amigas.
La Delia no está de acuerdo con la Porota, ella dice que te moriste de pura felicidad, que tu corazón no aguantó tanta alegría. La mayoría de nosotras no entiende bien la verdadera razón, ni tampoco nos importa.
Sólo sabemos que estabas tan feliz como nunca te habíamos visto y eso era lo único que nos importaba.
Que digan lo que quieran esa manga de tarados que ahora hasta van a escribir artículos y hasta libros aprovechando tu valentía para hacer algo a lo que nadie se anima, al menos a nuestra edad.
Te vamos a extrañar mucho, querida Adelfa.
Tus amigas, que te queremos de verdad
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