domingo, 28 de octubre de 2007

Ahora es placentero ir al dentista

Encuentran la solución para que ir al dentista sea más placentero
12:03
Una empresa holandesa diseñó el RelaxView 5.0 Dental Pack que combina unas gafas-pantalla y un DVD portátil. Pesa sólo 65 gramos y se ajusta a la nariz del paciente a través de un soporte.

Si hay alguien a quien la mayoría de la gente se resiste a visitar es, sin dudas, el dentista. El sólo pensar en el accionar del torno produce escalofrío. Con el objetivo de disminuir ese rechazo una empresa holandesa diseñó un aparato para distraer a los pacientes mientras son atendidos.

La compañía RelaxView B.V. ofrece a aquellos odontólogos que quieran brindar un servicio placentero y confortable un paquete compuesto por unas gafas-pantalla y un DVD portátil. Pero la propuesta no se agota solamente en la veta tecnológica, ya que el kit contiene también algodón y alcohol.

El RelaxView 5.0 Dental Pack combina la pantalla portátil relaxView 3.0 (que simula una superficie VGA de 1,5 metros a una distancia de 3) y un reproductor de audio no especificado. Pesa sólo 65 gramos y se ajusta a la nariz a través de un soporte.

(http://www.clarin.com/diario/2007/10/27/um/m-01527919.htm)

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“Déjese torturar con alegría”, dicen los anuncios publicitarios.

“Sonría mientras le meten una aguja en el nervio para anestesiarlo y le destrozan el maxilar”, agregan los expertos en comunicación.

Son los mismos que ofrecieron el producto a los más prestigiados centros de interrogatorios clandestinos del planeta.

“Sí, esta idea nació como un proyecto para humanizar la tortura”, explica con entusiasmo el ingeniero Dentovsky, “se la ofrecimos a los líderes de la especialidad pero la rechazaron, de manera que buscamos en qué otra cosa podría utilizarse y la actividad de los odontólogos daba perfectamente el perfil”.

Mucho perfil pero uno tiene que ir valientemente de frente al cadalso, dicen los usuarios.

“La idea es interesante, pero tiene sus problemas”, opina la Sociedad Odontológica Planetaria.

“Por ejemplo: imagínese que la grabación contiene un fragmento humorístico y el paciente suelta la carcajada justo cuando estamos sacando una muela. Y bueno, es probable que la pinza siga de largo, atraviese el maxilar y termine arrancando una porción del cerebro. Es un tema bastante delicado”, se preocupa con la boca abierta el vocero especializado.

También advierten que puede ocurrir todo lo contrario.

Por ejemplo: el paciente se duerme, arrullado por la combinación de imagen y sonido, justo cuando el odontólogo necesita que el señor, la señorita o el joven abran bien la boca para que el especialista saque los dos separadores, el equipo de extracción de saliva, una jeringa, el gancho curvo y la pinza.

En ese instante el dentista le dice: ¡Abra bien la boca!, sin advertir que el paciente comienza a roncar, deliciosamente acunado por las palmeras y las olas del Caribe, mientras experimenta el suave crujir de la finísima arena sobre la piel.

“Es un momento que puede ser sumamente crítico”, explica el profesional como si uno no se diera cuenta,”tenemos pinzas, tenazas, martillos y otras cosas, pero carecemos de un criket o una grúa en el equipo. ¿Cómo hacemos para abrirle la boca a una persona que cree estar en la playa cuando en realidad está en el consultorio con toda la ferretería adentro?”, se preocupa legítimamente el facultativo.

Además no entienden porqué extraña razón el kit incluye alcohol y algodón.

En fin: demasiadas objeciones para un proyecto tan prometedor.

Pero en algo coinciden la Asociación de Defensa del Consumidor Odontológico y los abogados de los dentistas. Ambos dicen que: ”No le demos más vueltas a la cuestión. Todos sabemos que ir al dentista no es lo mismo que viajar al Caribe. Cualquier persona sabe que no va a divertirse, hay que aguantárselas y listo”, explican con razonable pragmatismo.

Yo tampoco entiendo qué enigmática función cumplen el alcohol y el algodón que vienen con el aparato.

Pero sí sé, como cualquiera de ustedes, que la única forma de pasarla bien en el dentista es muy simple: NO YENDO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No, no, la única manera de pasarla bien yendo al dentista es poner tanto billete que la secretaria sea escolta de hotelería y nos relaje previamente - la vía oral es obvia - y después el tipo labura contento porque engarfia mucha plata y te trata bien. Las gafas-pantalla son para reprimidos.