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La candidata del oficialismo consiguió una clara victoria en las elecciones presidenciales, con más de 20 puntos de distancia sobre la segunda, Elisa Carrió. De esta manera, sucederá a su esposo en la Casa Rosada durante los próximos cuatro años. El radical K Julio Cobos será el vicepresidente. Tercero, lejos, quedó Roberto Lavagna.
Los números despejaron los fantasmas posibles para el oficialismo en estas elecciones: Cristina Kirchner supera la cantidad de votos que precisa para ser electa en primera vuelta y ser consagrada como Presidenta de la Nación hasta el 10 de diciembre de 2011.
El recuento fue muy lento, pero los valores siempre tuvieron claramente a Cristina Kirchner en el primer lugar, y por encima del 40% indispensable para ser electa sin necesidad de ballottage. Desde bien temprano, fuentes cercanas a la candidata oficialista dieron por segura su victoria por amplio margen. Y en el segundo puesto, a Elisa Carrió, por debajo del 25%.
Según lo que establece la Constitución, para acceder al Ejecutivo en primera vuelta, la fórmula ganadora debe obtener el 45 por ciento de los votos o el 40 pero con 10 puntos de diferencia con respecto a su seguidor. Ese escenario, entonces, quedó resuelto muy pronto para el oficialismo.
La elección tuvo problemas. Hubo grandes demoras en algunas escuelas porteñas y del Gran Buenos Aires y eso obligó a extender la hora de cierre en Capital Federal, prevista para las 18, en una hora. En las provincias, muchísimas escuelas siguieron con el proceso después de las 6 de la tarde, pero sólo con aquellos votantes que habían llegado antes de esa hora. Durante la mañana, la Junta Electoral porteña debió convocar a funcionarios judiciales por la falta de autoridades.
Fueron más de 27 millones de argentinos los que concurrieron a las urnas para elegir al sucesor de Néstor Kirchner. Además del Ejecutivo, se renovó un tercio del Parlamento. Además de presidente y vice hoy quedó configurado también un nuevo mapa parlamentario, con la elección de 130 diputados nacionales, que renovarán la mitad del cuerpo y 24 senadores nacionales, que representan un tercio de la totalidad de la cámara.
Un total de 27.090.192 ciudadanos, distribuidos en 73.771 mesas, definieron los 434 cargos legislativos y ejecutivos nacionales y provinciales. En tanto, unos 45.508 ciudadanos que residen en el exterior pudieron votar en 113 embajadas y consulados argentinos en el mundo.
(http://www.clarin.com/diario/2007/10/29/um/m-01529064.htm)
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Novedad compartida: Cristina Kirchner se incorpora al grupo de mujeres femeninas (hay de las otras) que ocupa una posición de poder importante en el mundo.
Novedad exclusiva: es la primera vez que una mujer elegida como presidente recibirá el mando de manos de su esposo.
Historia reciente: hace sólo seis años, la Argentina estaba en agonía, a punto de desaparecer. Fue un fenómeno novedoso y terrible: aquí teníamos la sensación de que estaba por crearse un agujero negro en el mapa de la Tierra, de que simplemente íbamos a dejar de existir.
Imagen turística: tal vez los visitantes de Argentina crean que todo consiste en una ciudad casi europea (Buenos Aires) donde todo el mundo baila una danza de poderoso atractivo (el tango) y cuyo suburbio norte tiene una catarata formidable (Iguazú) mientras que el suburbio sur de la ciudad posee otra extraordinaria joya natural (el glaciar Perito Moreno). Es probable que eso sea todo para el turismo ingenuo.
Recursos geográficos electorales: Cristina Kirchner perdió en varias de las ciudades más importantes del país, pero arrasó en los núcleos suburbanos (ese domicilio de pobres que miran de cerca el lujo o el bienestar), en la provincia de Buenos Aires (la más extensa y poblada), en las provincias pobres del norte y en la Patagonia, de donde procede la pareja presidencial.
Recursos sociales electorales: Cristina Kirchner ganó con el voto de los sectores sociales más pobres más el de parte de la clase media. Parte de los que votaron “contra ella” son sectores resentidos por la política económica de su marido, que hace énfasis en el desarrollo del interior, y a quien no le perdonan su política de derechos humanos claramente hostil hacia los militares asesinos que instalaron la desaparición y la muerte hace treinta años (pero las heridas son muy profundas).
Algunas realidades: a pesar de sus limitaciones, cada elección es un mapa de esperanzas y una descripción indiscutible de la realidad social, económica, política y cultural de un país. Y ahí está para confirmarlo la Argentina Profunda, la Argentina del Interior y sus fronteras difíciles con las urbes “civilizadas y progresistas”, la Argentina Secreta que puede optar por lo que quiere o necesita cuando tiene la oportunidad de hacerlo.
¿Interior, Profundo y Secreto es lo mismo?
Cristina tiene una antecesora ilustre que nunca gobernó y no era para nada una política en sentido convencional aunque sí una militante formidable, una de las mujeres más importantes del siglo XX: Eva Perón.
Pero también una historia reciente para tener en cuenta por una política de raza como ella, de manera que su primer mensaje fue muy auspicioso: le tendió una mano a todos para “reconstruir el tejido social e institucional” y dijo que con el odio no se construye.
Hay mucho para tejer por aquí, y nadie como una mujer para sugerir el movimiento de las agujas considerando el diverso tono de las lanas y las complicadas características del telar.
La Argentina Profunda no turística, la que no vive en Europa ni en Estados Unidos, ésa que está en América Latina.
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