El presidente surcoreano cruzó a pie la frontera

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22:25 En un gesto histórico, el presidente surcoreano cruzó a pie la frontera con Corea del Norte

Roh Moo-hyun atravesó caminando, junto a su esposa, el límite de uno de los últimos símbolos de la Guerra Fría. Lo hizo para dar comienzo a la segunda cumbre intercoreana en más de medio siglo. Ambos países siguen técnicamente en guerra desde que las hostilidades de la Guerra de Corea (1950-53) terminaron con un cese de fuego.

El presidente surcoreano, Roh Moo-hyun, cruzó hoy -a pie- la frontera con Corea del Norte, último símbolo de la Guerra Fría, vigilado por medio millón de soldados. El gesto marcó el inicio de la segunda cumbre intercoreana en más de medio siglo. Será celebrada hasta el jueves entre Roh y el líder norcoreano, Kim Jong-il, en Pyongyang.

"Espero que, una vez la haya cruzado, más gente lo haga", dijo Roh en un breve mensaje antes de caminar durante 30 metros a través de la Zona Desmilitarizada entre las dos Coreas junto con una decena de personas, entre ellas su esposa, y ser recibido por las autoridades norcoreanas. Tras el cruce cerca de la ciudad norcoreana de Kaesong, la delegación fue recibida por autoridades y mujeres que llevaban la vestimenta tradicional hanbok y ramos de flores.

Previamente en Seúl, Roh dijo que a partir de los logros de la primera cumbre Norte-Sur en el 2000 "acelerará la lenta marcha'' de la reconciliación. Los dos países siguen técnicamente en guerra desde que las hostilidades de la Guerra de Corea de 1950-53 culminaron con un cese de fuego. "Mi intención es concentrarme en lograr avances importantes y concretos para llegar a un acuerdo de paz con desarrollo económico'', dijo Roh frente a la Casa Azul, la mansión presidencial, antes de abordar un auto blindado para el cruce de la Zona Desmilitarizada.

(http://www.clarin.com/diario/2007/10/01/um/m-01510613.htm)

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La Tierra es un planeta un poco extraño, dicen los diarios más prestigiosos de Marte, Júpiter y Saturno.

Se preguntan cómo es eso de estar “técnicamente en guerra” desde hace más de cincuenta años.

También por qué un presidente pasa la frontera caminando junto a su esposa y es vigilado por un ejército de medio millón de soldados: conjeturan que es un hombre con poderes sobre-humanos, un dios tal vez.

Pero no le disparan un solo tiro: una comitiva de mujeres los recibe con ramos de flores ataviadas con la vestimenta tradicional, seguramente idéntica a ambos lados de la frontera, igual que las flores.

El presidente cruzante, un tal Roh, dice que: "Espero que, una vez la haya cruzado, más gente lo haga", como si fuera tan fácil trasponer un lugar donde te esperan medio millón de soldados y es probable que ya no estén las simpáticas mujeres para regalarte flores.

Antes, el presidente Roh había sido trasladado hasta la frontera en un auto blindado, de manera que temía por su vida en su país y ante sus propios habitantes, pero no tuvo problemas en caminar desarmado ante un poderoso ejército.

Es todo muy raro allí, dicen los periodistas del Sistema Solar.

También se preguntan cómo es que alguien tardó cincuenta años para caminar treinta metros si eso era útil para lograr la paz.

Y porqué vive en una casa azul.

Pero, especialmente, se devanan los sesos intentando comprender las palabras del presidente antes de iniciar la caminata.

Dijo: "Mi intención es concentrarme en lograr avances importantes y concretos para llegar a un acuerdo de paz con desarrollo económico''.

Es que no entienden qué relación puede haber entre paz y negocios.

Mejor dicho: de acuerdo a su vasta experiencia, asocian fácilmente las palabras “guerra y negocios”.

“Nunca dijo que el corazón le saltaba de alegría por la posible reconciliación, y que el verdadero objetivo era que los coreanos del norte y del sur comenzaran a bailar juntos y regalarse flores”, expresaron los mismos Periodistas Solares.

“No entendemos a esta gente que habla de paz y quiere hacer negocios. Es la mejor manera de seguir con la guerra”, agregaron ante sus atónitos colegas terráqueos, sorprendidos por esta exótica manera de interpretar los históricos sucesos.

Casi todos los enviados de la prensa terráquea eran columnistas de economía, salvo los que pertenecían a la Sección Sociales, encargados de describir la ropa de la esposa del presidente y la marca de las flores.