Risas en el hospital

FOTORREPORTAJE
Risas en el hospital

Las rondas nocturnas son extensas. Los colores y olores del hospital no ayudan. El cansancio de una jornada de trabajo y estudio tampoco: es necesario revisar las historias clínicas de los pacientes. Se escucha alguna risa alegre porque uno de los pacientes partió a su casa, o decepción y cierta tristeza porque hay un caso que no deja de empeorar. No es algo fácil de percibir pero, a pesar de todo, se presiente una calidez que viene avanzando desde una sala de "uso privado para personal del hospital". Por un rato todo se vuelve más alegre. Aquí, la labor de Payamédicos, una asociación sin fines de lucro que utiliza la técnica del clown con fines terapéuticos y científicos para mejorar la calidad de vida emocional del paciente.

(http://www.clarin.com/diario/2007/11/27/conexiones/t-01549566.htm)

Una noche alegre en el hospital: http://www.clarin.com/diario/2007/11/27/conexiones/mazza.html

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¿Cómo es eso de risas y alegría en un hospital?

¿No era que allí todo debe ser serio, dramático, triste y bastante lúgubre?

¿A quién se le ocurre disfrazarse de payaso y actuar el lado risible de la vida en un lugar adónde el combate oficial es entre la vida y la muerte?

¿Sabrán sus protagonistas la increíble cantidad y calidad de salud que inyectan en sus espectadores?

¿Habrá estadísticas de la mejoría de los internados después de reírse a pata suelta un buen rato?

¿Habrá curaciones incomprensibles después del pasaje de los payamédicos?

Y aquí no se trata de tonterías de marketing como “buena hotelería hospitalaria” o intrascendente música funcional, se trata del poder contagioso de la risa por obra y gracia del contacto humano.

Sí: ellos contagian salud y probablemente devuelvan la esperanza, aunque sea por un rato.

¡Pasen, vean y disfruten a los Payamédicos en http://www.clarin.com/diario/2007/11/27/conexiones/mazza.html!