viernes, 23 de noviembre de 2007

Crean robot para combatir a las cucarachas

Crean un robot para combatir a las cucarachas
10:13

El dispositivo, diseñado por científicos de la Universidad de Bruselas, imita el olor que segregan los insectos. Así, logra influir en su comportamiento y los conduce desde sus escondites hacia trampas.

Un grupo de científicos europeos creó cucarachas robóticas que sirven como señuelo para atraer a las reales y así poder influir en su comportamiento. El dispositivo segrega un olor similar al de los insectos, cuestión que posibilita que los reales confundan al robot con uno de ellos, ya que no se agrupan utilizando la vista, sino a través del aroma que los identifica.

"Queremos estudiar la forma en que las cucarachas toman decisiones en grupo" explicó a la cadena BBC el creador de los diminutos robots, José Halloy, investigador de la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica.

El experimento, publicado por la revista Science, consistió en que la cucaracha robot guiara a las reales desde sitios oscuros hacia otros iluminados. Los resultados fueron exitosos, por lo que los científicos consideran que el mecanismo puede transformarse en un novedoso control de plagas, que permitiría engañar a los insectos y llevarlos hacia trampas. Además, producirá mayor conocimiento acerca de su comportamiento.

(http://www.clarin.com/diario/2007/11/20/um/m-01544883.htm)

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Juro que estuve a punto de convertirme en una cucaracha después del largo mes que pase con ellas para hacer una investigación periodística tan escalofriante que dudo se publique alguna vez.

Es que me metí adentro del robot-cucaracha para saber qué pasaba con ellas: qué hacían, cómo se las arreglaban para sobrevivir, cómo se vinculaban, de qué hablaban y cómo pasaban sus ratos libres, sus instantes de ocio.

Así fue que advertí el verdadero objetivo de la investigación.

No es cierto que se tratara de la posibilidad de transformarse en un novedoso control de plagas, que permitiría engañar a los insectos y llevarlos hacia trampas.

El verdadero objetivo se le escapó al diseñador del robot, tal vez entusiasmado por el reportaje, como si trabajar con cucarachas pudiera hacerlo famoso.

"Queremos estudiar la forma en que las cucarachas toman decisiones en grupo" explicó a la cadena BBC el creador de los diminutos robots José Halloy, investigador de la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica.

No se si recuerdan que, alguna vez, otros investigadores encontraron o llegaron a la conclusión de que frente a un ataque nuclear, solo dos especies estaban preparadas para resistir: un árbol (creo que el ginko biloba) y las cucarachas.

Y parece que la clave de tal supervivencia se encuentra en la capacidad que tienen “para tomar decisiones en grupo”, más allá de las conocidas virtudes de diseño y estructura que poseen.

Y me di cuenta después de conversar numerosas veces con ellas y preguntar, inútil y sistemáticamente, si creían que los pequeños robots que lograban engañarlas una, dos o tres veces pero nunca más, eran un verdadero problema para su supervivencia.

Pero cada vez que preguntaba terminaba sintiéndome avergonzado, después del coro de carcajadas espasmódicas con el que las cucarachas elegían contestar a mi pregunta.

Creo que ya les resultaba tan divertido participar del experimento que simulaban ser atraídas por el robotito y seguirlo, apenas conteniendo la risa.

“Vengan chicas, ya llegó el tonto de José y sus ayudantes, vamos a jugar un rato con el aparatito ese, que es lo más sucundum que nos ha pasado en la vida”, decían mientras hacían cola para turnarse con el nuevo entretenimiento.

Al final, una vez que entré en confianza y fui aceptado aunque con cierta oposición y alguna desconfianza, me contaron cómo diablos hacían, como era que se habían transformado en formidables máquinas de sobrevivir.

“Simplemente nos escuchamos y nos ponemos de acuerdo, nada más”, me dijeron una y mil veces y como toda explicación.

Realmente no entendí del todo que me quisieron decir, pero me parecieron bichos decentes, si es que eso significa algo.

Tanto que, para seguir viviendo, no necesitan fabricar hombricidas.

De manera que no me fue tan fácil volver al lado no-cucaracha de la realidad, puedo asegurarles.




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