martes, 6 de noviembre de 2007

Los guionistas de Hollywood están en huelga

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Los guionistas de Hollywood iniciaron una huelga por tiempo indeterminado
11:33
Los cerca de 12.000 miembros del sindicato de escritores piden que se incremente lo que perciben por la difusión de sus trabajos en Internet y en DVD. Se estima que la medida paralizará muchas producciones de cine y TV, y que provocará pérdidas millonarias. El último paro de guionistas, en 1988, duró cinco meses.

Por primera vez en casi 20 años, los guionistas de Hollywood iniciaron una huelga de alcance nacional y por tiempo indeterminado. Un minuto después de medianoche, los alrededor de 12.000 miembros del sindicato de escritores Writers Guild of America (WGA) dejaron caer simbólicamente sus bolígrafos y a las 09:00 hora local se preparaban para realizar los primeros piquetes delante de las grandes centrales televisivas de Nueva York y, tres horas después, en Hollywood.

La medida de fuerza paralizará muchas producciones cinematográficas y televisivas y generará pérdidas millonarias, estiman los expertos. Los guionistas reclaman cobrar más de la redifusión de sus trabajos a través de Internet y de los DVDs, algo que rechazan los productores tanto de cine como de televisión. Hasta último momento hubo negociaciones entre las partes para intentar evitar la medida de fuerza, pero tras más de 10 horas de conversaciones, no hubo acuerdo, según informó el diario "Los Angeles Times".

Los grandes estudios temen que la huelga tenga consecuencias imprevisibles para sus producciones. Los primeros afectados son los talk-shows televisivos nocturnos, que tratan acontecimientos de actualidad y cuyos presentadores dependen de la gracia de los guionistas. Numerosas series, en tanto, se prepararan para emitir repeticiones. La última huelga de guionistas en 1988 duró cinco meses y costó al sector unos 500 millones de dólares, según las estimaciones.

(http://www.clarin.com/diario/2007/11/05/um/m-01534048.htm)

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“¿Y ahora qué hacemos?”, pregunta angustiada doña Juana.

“¿Y ahora qué vamos a hacer?”, dicen igualmente preocupados millones y millones de Juanas, Juanes, Juancitas y Juancitos a lo largo y ancho del planeta, en todo lugar adonde sea factible ver televisión.

¿Qué sentido tiene la vida, así?

¿Quién se encargará de escribir el guión de las esperanzas, las ilusiones y los días?

¿Cómo se deslizarán los momentos de nuestra vida, abandonados a la pura posibilidad que cada teleespectador pueda otorgarle?

Habíamos depositado nuestra confianza en la implacable eficiencia de Hollywood y miren lo que nos hacen: ahora sus guionistas se han convertido en huelguistas y piqueteros.

¿Cómo podíamos imaginarlo?

Simplemente prendíamos el televisor y accedíamos a un rato de perfección, allí todo era como debe ser: producciones impecables, bellas actrices, apuestos galanes, diálogos posibles, situaciones reales y una pizca de fantasía para ayudarnos a soportar la realidad.

¡Y ahora son simples huelguistas y piqueteros!

Pero no vamos a decir una cosa por otra: en realidad no habíamos imaginado que los guionistas fueran necesarios en Hollywood.

Tampoco podíamos suponer que Hollywood entero tuviera ni esto de contacto con la realidad, al menos con la nuestra.

Por algo siempre dijeron que es una fábrica de sueños. Sí: ¿y qué, a quién le molesta?

A nosotros que nos dieran el producto terminado con solo prender el televisor y elegir un rato entre sus magníficas posibilidades, eso era lo único importante.

Hasta podríamos decir que era lo único importante de la mayoría de los días, ¿y qué?

El único contacto que nos interesaba con su realidad siempre fue a través de haber sido insobornables cholulos crónicos, desesperados por estar al tanto de los últimos romances, la mayoría de ellos inventados: ¿y qué?

Esos maravillosos romances eran como seguir viendo la serie o la película, como no salir nunca de ese mundo maravilloso: ¿y qué?

Pero ahora parece que alguien escribía lo que veíamos, como si fuera necesario.

Y encima esos miserables cagatintas se quejan por ganar poco, cuando deberían estar agradecidos de que los dejen estar cerca de las estrellas y no tener que mirarlas desde tan lejos y tan abajo como nosotros, que siempre terminamos con el cogote torcido.

Pero se va hacer justicia: ahora mismo Juana, Juan, Juanita y Juanito están organizando un contrapiquete contra esos miserables en todo el mundo.

Para que aprendan de una vez, se conformen con lo que les dan y se limiten a escribir las boludeces que necesitamos ver.

Sin tantas pretensiones, sin piquetes y bien calladitos.


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